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El acogimiento familiar

Es un recurso de protección temporal y revocable, orientado al cuidado de niños, niñas o adolescentes que se encuentran privados de una adecuada atención por su familia (aunque sea circunstancialmente) y consiste en confiar su cuidado a una persona o familia que reúna las condiciones personales, educativas y materiales necesarias para proporcionarle una vida familiar.

¿Qué es el acogimiento familiar?

En la Ley 26/2015 del Sistema de Protección a la Infancia y la Adolescencia y en el marco legislativo de las Comunidades Autónomas, se reconoce la figura del Acogimiento Familiar como un recurso de protección a la infancia. En el artículo 173 del Código Civil se señala que el acogimiento familiar produce la plena participación del menor en la vida de la familia e impone la obligación de velar por él/ella, tenerlo en su compañía, alimentarlo, educarlo y procurarle una formación integral.

 

Para dar respuesta a las necesidades de los menores que sufren desprotección, las familias acogedoras aportan una forma de cuidado temporal y alternativo que posibilita a los niños, niñas y adolescentes que se ven separados de sus entornos familiares, una vida familiar natural en la que crecer, aprender y recibir el cariño que los ayude a compensar y reparar los daños vividos.

 

Existen diferentes formas de realizar un acogimiento familiar. Saber más

 

Los acogimientos en familia extensa, cuando un niño, niña o adolescente es acogido por alguien de su familia (abuelos, tíos, etc.). Para más información y tramitación: oficinas del Servicio de Protección de Menores da Xunta de Galicia (ver aquí).

Los acogimientos de hecho, en los que la familia delega de forma espontánea la guarda de sus hijos, mientras duran las circunstancias que les impiden hacerlo ellos (a vecinos, amigos, etc.). Para más información y tramitación: oficinas del Servicio de Protección de Menores de la Xunta de Galicia.

 

Los acogimientos en familia ajena, se dan cuando las personas que acogen no tienen ningún vínculo familiar con el niño o niña y se comprometen solidariamente a ayudar a mejorar la situación de los menores de nuestro entorno. Cruz Roja colabora con la Xunta de Galicia en la protección a la infancia, gestionando el Programa de Familias Acogedoras, con el objetivo de facilitar un ambiente familiar normalizado a los niños y niñas que están en situación de riesgo, desamparo o desprotección social, mientras desde los equipos de menores y servicios sociales se interviene con su familia biológica.

 

Los acogimientos especializados para adolescentes con dificultades a los que el juzgado le impuso en sentencia una medida de convivencia de las recogidas en la Lei 5/2000 de responsabilidad penal de menores, programa Convive.conmigo (ver aquí)

 

Los acogimientos preadoptivos. Aunque recibe este nombre, en realidad no es un acogimiento, es la primera fase de una adopción.

Aspectos clave en el
acogimiento en familia ajena

El acogimiento no es una adopción, es muy importante no confundir el acogimiento familiar con la adopción, ya que esta integra al menor en una nueva familia que substituye a la de origen, mientras que el acogimiento es una situación de apoyo temporal con un comienzo y un final previsto de antemano. Además, las personas acogedoras no pretenden substituir a la familia por lo que, siempre que sea posible y beneficioso, se potenciarán los contactos de los niños con ella. Para más información sobre adopción, ver aquí.

La temporalidad, todos los acogimientos familiares tienen una duración determinada, en función de las necesidades y de la problemática que motivó la salida del menor de su casa. Pueden ser estancias breves o más prolongadas en el tiempo. Así hablamos de acogimientos temporales, en los que el retorno del niño o niña con su familia se prevé a corto plazo y, si no es posible retornar, se decidirá una medida más estable (por ejemplo, adopción). Cuando la duración del acogimiento va a ser a largo plazo, hablamos de acogimientos permanentes, más estables debido a que se prevé difícil el retorno con su familia, aunque siguen los vínculos con ellos.

El contacto con la familia de los niños y niñas, el objetivo final de cualquier acogimiento familiar es el retorno del menor con su familia, una vez que fueron superadas las situaciones que determinaron la separación. Por lo tanto, durante el acogimiento existen contactos (visitas, llamadas, etc.) entre el niño, niña y su familia, para que no se pierdan los vínculos afectivos.

La búsqueda del interés superior del menor, para dar la respuesta más ajustada a cada niño, niña y adolescente teniendo siempre presentes sus características y necesidades: que permanezca en su localidad, en su colegio, con su grupo de amigos, que mantenga el contacto con su familia, etc. De todas las soluciones, siempre se va a procurar la que más beneficie al menor, que con su historia personal y familiar, tendrá una situación única y especial.

Según el tipo de convivencia que se establezca, podemos hablar de distintas modalidades de acogimiento en familia ajena. Saber más

 

Acogimientos de convivencia plena, los niños y niñas conviven con la familia durante la totalidad del día (son los más habituales) y comienzan paulatinamente.

 

Acogimientos de fin de semana y vacaciones, la convivencia con los acogedores se produce solamente en estos períodos y se da con frecuencia para niños y niñas que están en acogimiento residencial (en centros).

 

Acogimientos de día, cuando el niño o niña solo pasa una parte del día con la familia acogedora, que se complementa con la suya.

 

Acogimientos de urgencia/diagnóstico, la incorporación del niño/niña a la familia acogedora se realiza sin período previo de adaptación y por un tiempo muy determinado (de 6 meses a un año, como máximo), mientras se estudia la opción más estable para el menor.

El apoyo técnico

Durante el acogimiento familiar los equipos profesionales en protección de menores de la Xunta de Galicia y de Cruz Roja están pendientes de los menores y de la familia, para que el acogimiento se desarrolle adecuadamente.

 

Cuando se propone un bebé, un niño o una niña, unos hermanos, o menores con necesidades especiales, es porque como profesionales, se valora que son las personas adecuadas para darle la respuesta que necesita. A partir de ahí, se planifica la adaptación al hogar, las visitas con su familia, el plan de trabajo, los seguimientos y, cuando llegue el momento, la despedida.

 

Se está acompañando en todo momento, pero procurando alterar lo menos posible la normalidad y la cotidianeidad de la vida diaria.

 

El papel de los técnicos de la Administración y de Cruz Roja

 

La guarda administrativa o la tutela la ejercen desde la Xunta de Galicia, por eso en todo momento tienen que estar informados y dar autorización de las cosas importantes (una operación, un viaje fuera de Galicia, etc.). También son estos profesionales los que hacen el seguimiento de la evolución de la familia biológica y los que con toda la información (familia biológica, familia acogedora, niños y otros profesionales implicados) toman las decisiones para finalizar un acogimiento.

 

Desde Cruz Roja las familias son acompañadas por un equipo técnico y de voluntariado a lo largo de todo el proceso que dura el acogimiento, en el que reciben formación y asesoramiento de carácter psico-social y educativo a nivel tanto individual como grupal, en relación a las necesidades del niño y de aquellas que se pueden generar en el entorno familiar de acogida.

 

Las familias acogedoras reciben un apoyo económico que oscila entre los 280 y los 600 euros mensuales, dependiendo de la edad de los niños/niñas. Junto a esta prestación básica, en ocasiones y dependiendo del tipo de acogimiento (grupos de hermanos, niños con discapacidades o necesidades especiales, etc.) se perciben otras cuantías complementarias.

 

Por otro lado, está la formación continua para que las personas acogedoras mejoren sus capacidades educativas, de cuidado parental y emocional, que se realiza a través de la Escuela de Formación para Familias Acogedoras de Cruz Roja (talleres, seminarios y cursos que se realizan de octubre a junio). En estas actividades pueden participar todas las personas que forman parte de la red de acogedores en Galicia.

 

Además, cuando un niño, niña o adolescente ya está acogido en un hogar, se realizan visitas a domicilio, llamadas telefónicas e informes de seguimiento.

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