En el marco del Encuentro de Familias Acogedoras de Cruz Roja en Galicia, tuvimos la oportunidad de conversar con Rocío García, representante de la Asociación Gallega de Atención Temprana, quien compartió su experiencia y conocimientos sobre la atención temprana: un servicio esencial para niños y niñas de 0 a 6 años que presentan trastornos del desarrollo o están en riesgo de padecerlos. Rocío forma parte desde hace 20 años de uno de estos equipos multiprofesionales, compuesto por especialistas en psicología, logopedia, pedagogía, terapia ocupacional, fisioterapia y enfermería, que trabajan incansablemente para apoyar tanto a los niños y niñas como a sus familias.
La Asociación, compuesta por 120 profesionales, tiene como objetivos principales dar visibilidad a la atención temprana, luchar por su gratuidad, formar y apoyar a los/las profesionales y crear una red gallega de atención temprana.
Rocío recordó que los primeros centros de atención temprana en Galicia surgieron entre 1998 y 2000 en localidades como Noia y Verín. Desde entonces, el mapa de servicios ha evolucionado significativamente. “A partir de 2018, gracias a las subvenciones de la Xunta de Galicia, los servicios se han expandido a nivel comunitario, acercándose más a las familias y reduciendo la necesidad de desplazamientos a hospitales”, explicó.
Hoy en día, Galicia cuenta con 41 servicios comunitarios de atención temprana, con una cobertura casi completa en la provincia de A Coruña y un crecimiento notable en Lugo. “Cada vez más, los poderes políticos se están dando cuenta de la importancia de que los menores de cero a seis años estén atendidos lo más cercano a su domicilio”, añadió.
La importancia de la Atención Temprana
Intervenir en la primera infancia es crucial para el desarrollo de los niños y niñas, ya que es el momento de mayor flexibilidad a nivel de aprendizaje.
Los trastornos del lenguaje representan casi el 50% de los casos atendidos, seguidos por trastornos conductuales y emocionales, y trastornos del espectro autista. Otros trastornos menos frecuentes incluyen parálisis cerebral, síndrome de Down y síndromes genéticos menos conocidos.
Particularidades de menores en acogida
Algunos bebés, niños y niñas que llegan a un acogimiento familiar pueden presentar factores de riesgo desde la gestación, como problemas de salud mental en la madre, consumo de sustancias o situaciones de estrés. Estos factores pueden afectar el desarrollo del bebé desde el inicio, y es crucial abordarlos de manera temprana. Rocío García explicó que “cuando un niño/a entra dentro del proceso de acogida, vemos que ya parte de una realidad de riesgo desde el momento de la gestación”.
Además, los primeros años de vida en estos casos pueden estar marcados por la falta de apego y vínculos con una persona adulta de referencia, lo que puede afectar su desarrollo emocional. “Son niños/as que a nivel emocional les falta ese contacto, esa caricia, esos mimos”, añadió Rocío.
Desde la atención temprana también se puede apoyar a las familias de acogida para manejar estos desafíos. “Es muy importante en atención temprana no solo atender al niño/a, sino también a los padres y madres de acogida y al entorno familiar”, subrayó Rocío. Este apoyo incluye entender y manejar las características y necesidades específicas del/la menor, así como proporcionar un entorno seguro y estable que facilite su adaptación y desarrollo.
Rocío también destacó que “Las familias de acogida tienen unos valores y una humanidad destacada. Su implicación es mucho mayor, y eso es fundamental para el desarrollo del niño/a”, comentó. El trabajo conjunto entre familia y profesionales permite abordar de manera integral las necesidades del niño/a y ofrecerle las mejores oportunidades para su crecimiento y bienestar.
Procedimiento para acceder a la Atención Temprana
Las familias pueden solicitar una valoración a través de pediatría, quien derivará al niño/a al servicio de atención temprana. La intervención incluye trabajo con el niño/a, la familia y el entorno escolar. Rocío enfatizó la importancia de la colaboración entre familias y profesionales para lograr avances significativos en el desarrollo de los/as menores.
Si estás considerando ser una familia acogedora, recuerda que tu apoyo puede proporcionar un entorno seguro y enriquecedor para un niño o niña en situación de vulnerabilidad. “El hecho de poder darle ya un entorno seguro, un entorno de calidad, el darle amor… es el mejor momento porque es cuando el niño/a está despertando a la vida”, concluyó Rocío.