Web oficial do Programa de Familias Acolledoras da Xunta de Galicia, xestionado por Cruz Vermella.

¿Qué significa Criar en Positivo?

La crianza constituye el conjunto de acciones que realizan madres, padres y otras figuras dirigidas a la atención, cuidado y educación de las niñas, niños o adolescentes desde marcos biológicos, emocionales y psicosociales. Criar en positivo tiene que ver con ejercer una parentalidad responsable y respetuosa de los derechos de la infancia y adolescencia.

Brindar una atención adecuada a la infancia y la adolescencia, unos cuidados físicos y emocionales acordes a sus necesidades, procurar su educación y socialización consiguiendo su sano desarrollo y efectiva integración social, son algunos de los desafíos que plantea la crianza. Aproximadamente, un tercio de la vida del ser humano transcurre durante la crianza y es evidente que este proceso tiene un efecto en el desarrollo de la persona.

La primera infancia es el periodo que inicia con el nacimiento y se extiende a hasta los 6 años. Lo que ocurra en esta fase de la vida será determinante para el desarrollo físico, emocional y social de la persona, tanto en su infancia y adolescencia, como en la vida adulta.  El bienestar de los seres humanos en términos de respeto a los derechos e igualdad de oportunidades se perfila desde esta etapa.

La infancia es el periodo entre los 7 y los 12 años en el que se consolida el desarrollo físico, intelectual y emocional. Mejora el equilibrio, la fuerza y la habilidad manual. Aumenta la capacidad de abstracción haciendo con que los niños entiendan ideas que no son tangibles, como el tiempo o la felicidad y empiezan a comprender el punto de vista del otro. Sienten mucha curiosidad y buscan conocer las razones de las cosas. La escuela es un espacio central para el desarrollo cognitivo y para afirmar su capacidad de interrelacionarse. Por tanto, es una etapa marcada por la socialización, el aprendizaje de reglas y valores de grupo y una mayor independencia y autonomía.

La adolescencia es el periodo que inicia con la pubertad, alrededor de los 13 hasta los 18 años, aunque puede extenderse hasta los 22-25 años (adolescencia tardía). Se caracteriza por ser considerada la transición a la vida adulta y supone un periodo desafiador, tanto para las familias como para los adolescentes, por tratarse de una etapa marcada por el desarrollo y los cambios a nivel biológico, psicológico, sexual y social. Es una etapa de descubrimiento de la identidad y del entorno que prepara para los roles de adulto.

Los buenos tratos y la parentalidad positiva son imprescindibles en todas las etapas de la crianza, para saber más de estos temas te proponemos este vídeo y esta acción formativa, que te ayudarán a reflexionar y aprender sobre el tema. Con este material podrás conocer aspectos clave de la parentalidad y las competencias que son necesarias para acompañar a niños y niñas en su proceso de crecimiento en familia.

Imagen de Daniel Reche en Pixabay